Antigüedad: Desde mediados del primer milenio a.n.e.Hasta la Revolución Científica(s.XV). En muchas sociedades, se manifestó desarrollados intereses por comprender el mundo.
Estas constituyeron premisas del surgimiento de la ciencia.
Estas premisas se dieron en países como Egipto, Babilonia, la India y China, donde se acumularon conocimientos primitivos sobre la naturaleza y la sociedad y surgieron ideas sobre la astronomía, matemáticas, ética y lógica.
Edad Media: Este patrimonio fue transformado posteriormente en un armónico sistema teórico en la antigua Grecia, donde surgieron pensadores que especialmente se dedicaron a la ciencia desechando las tradiciones religiosas y mitológicas.
Edad Contemporánea: Desde allí hasta la Revolución Industrial, la tarea fundamental de la ciencia fue proporcionar el conocimiento necesario para ampliar los horizontes de la manera de ver el mundo y la naturaleza.
Pero el paso decisivo en la consolidación del pensamiento científico como institución social ocurrió en la Europa Occidental entre 1600 y 1700. En el que la ciencia dejo de ser la actividad centrada en la comprensión intelectual del mudo para convertirse en la base de la evolución técnica que caracteriza al mundo moderno, desde la Revolución Industrial hasta nuestros días.
Actualidad: A diferencia de la pasada, los logros de la ciencia se introducen en la producción con una rapidez mayor, gracias a la disminución del tiempo que transcurre entre los descubrimientos científicos y su utilización practica. Tal revolución abarco simultáneamente la esfera de la ciencia y de la técnica, de ahí que se le identifique como la Revolución Científico Técnica.
Claro, a pesar de todos sus conocimientos hay cosas que ni la misma ciencia puede explicar, cosas que a través del tiempo se le dan explicaciones no comprobadas aún. Algunas de ellas las veremos en el siguiente vídeo.
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